Hay noticias que te dejan sin palabras, y luego está esta historia que te hace pensar si realmente estamos viviendo en una película de terror mal escrita. Y no, no es el guion de un thriller de medianoche, es la vida real.
Tina Lloyd, una mujer que, por razones desconocidas, terminó siendo desmembrada, ha dejado a su familia en un lío monumental. Todo comenzó cuando se descubrieron sus restos en unas sospechosas bolsas de basura. ¡Así es! No fueron encontrados en un sitio normal como una caja de cartón olvidada o un basurero común y corriente… ¡sino en bolsas de basura! ¡Un clásico de la vida real!
Lo peor de todo: los culpables de semejante desastre no son otros que los hijos de Tina. Sí, señores, los mismos que deberían haber estado cantándole canciones de cuna a mamá en lugar de convertir su vida (y su muerte) en un episodio de Criminal Minds.
Los detalles del caso siguen siendo bastante turbios, pero parece que la familia tenía problemas de convivencia, y, lamentablemente, el problema se resolvió con tijeras y una enorme falta de juicio. Pero no te preocupes, la policía ya se encargó de “recoger los pedazos” (sí, es un mal chiste, pero no pude evitarlo).
Lo que nos deja esta historia, además de la indignación y el asco, es que nunca se debe subestimar el poder de una buena sesión de terapia familiar… o, al menos, un poco de sentido común.
Así que la moraleja de este macabro episodio es clara: si alguna vez piensas que tu relación con tus padres no es buena, recuerda que hay maneras más fáciles de lidiar con tus problemas que terminando en una investigación policial.