Thought for a second
En febrero de 2024, en North Fort Myers (Florida), una pareja casada, Samantha White (26 años) y John White (29 años), fue arrestada por la Oficina del Sheriff del Condado de Lee tras recibir denuncias por crueldad animal y posible explotación infantil.
Registro y acusaciones
- El 15 de febrero de 2024, agentes ejecutaron una orden de registro en su domicilio.
- Según la acusación, Samantha White mantuvo relaciones sexuales en varias ocasiones con el perro de la familia (un labrador retriever chocolate macho).
- John White fue acusado de grabar esas relaciones con su teléfono móvil; durante el registro, su dispositivo fue encontrado dentro del tanque del inodoro, aparentemente para destruir pruebas.
- Samantha confesó ante una detective que se había sentido atraída por la idea tras ver videos de bestialidad con caballos, y que experimentó con el perro mientras estaba ebria, aunque afirmó que no disfrutó los actos, sino que actuó por curiosidad.
Consecuencias legales y desplazamiento de los animales
- Ambos fueron arrestados ese mismo día y quedaron en libertad tras pagar una fianza de 5,000 USD cada uno.
- El Servicio de Protección Animal del Condado de Lee rescató cuatro perros del hogar; ninguno presentaba lesiones físicas y todos fueron ingresados en custodia protectora.
- Samantha White aceptó un acuerdo de culpabilidad: se declaró “no contest” a tres cargos de actividades sexuales con animales. A cambio, se desestimaron los cargos de pornografía infantil.
- En julio de 2024, fue sentenciada a tres años de prisión y tres años de libertad condicional. Durante la libertad condicional tiene prohibido poseer o convivir con animales y ha sido incluida en el Registro de Maltratadores de Animales de Florida.
- El caso de John White sigue abierto; afronta cargos por filmar actos de bestialidad y por posesión de pornografía infantil, y su próxima audiencia está pendiente de programación.
Aspectos psicológicos
Forenses señalan que la zoofilia puede originarse en experiencias de trauma infantil, aislamiento social o abuso de sustancias. En el caso de Samantha, el alcohol jugó un papel desinhibidor que la llevó a cometer los actos.
Debido a la sensibilidad de las acusaciones y el alto impacto en la comunidad, muchos detalles —como la disputa por la custodia de su hijo— están sellados y no son públicos.