Un ladrón con una estrategia bastante extrema ha llevado el término “esconder evidencia” a otro nivel.
Según informes, un sospechoso robó joyas valoradas en 700,000 dólares y, en un intento desesperado por evitar ser atrapado, decidió tragárselas.
Las autoridades no han revelado la identidad del individuo ni la forma exacta en que llevó a cabo el robo, pero lo que sí se sabe es que ahora enfrenta un dilema tanto legal como… digestivo.
Los investigadores están monitoreando la situación de cerca (y probablemente esperando pruebas concretas en las próximas horas).