Una mujer reveló que le extirparon el útero por error después de que los médicos le dijeran equivocadamente que tenía un tumor.
En septiembre de 2024, Rhian Butlin, de 32 años, acudió al hospital por un dolor abdominal que con el tiempo se había vuelto “insoportable”.
Le realizaron una ecografía cuyos resultados salieron normales, y los médicos atribuyeron el dolor al síndrome de ovario poliquístico (SOP).
Sin embargo, apenas dos meses después, tuvo que regresar al hospital ya que el dolor empeoró progresivamente y su abdomen se hinchó tanto que parecía estar en las últimas etapas de un embarazo.
La madre de dos hijos fue ingresada, y en una segunda ecografía se detectó un tumor de 25 cm en uno de sus ovarios.
Los médicos decidieron que era necesario extirparlo quirúrgicamente, por lo que Butlin, quien trabaja como asistente dental, se sometió a una histerectomía en diciembre. El procedimiento implicó la extracción total del útero, lo que significa que ya no tendría menstruación ni podría quedar embarazada.
Además, le retiraron el apéndice y parte del revestimiento del intestino debido a signos de inflamación, y se realizaron biopsias en todos esos órganos durante la operación.
La recuperación no fue fácil: sufrió una acumulación de líquidos, contrajo sepsis y tuvo que ser inducida a un coma médico.
Debido a la gravedad de la situación, su hermana mayor, Lindsey Rice, creó una campaña en GoFundMe al admitir que en un momento les dijeron que “no sobreviviría la noche”.
Afortunadamente, Rhian logró salir adelante, y los resultados de las biopsias mostraron que no se encontró cáncer en ninguno de los órganos extirpados. Más tarde, los médicos le informaron que lo que tenía era endometriosis.
Según la Organización Mundial de la Salud, la endometriosis es una enfermedad “en la que tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del útero”, lo que provoca dolor pélvico y puede dificultar el embarazo.
Rice comentó: “En realidad, no tenía cáncer. No puedes imaginarte la alegría. Lloramos, saltamos de felicidad. La pesadilla había terminado.”
Pero eso no fue el final.
Butlin perdió órganos debido a un diagnóstico erróneo.
Poco después de regresar a casa, los síntomas volvieron, y su hermana relató lo que ocurrió.
“Nos dijeron: ‘Lo sentimos mucho, hemos revisado tus notas y en realidad sí tenías cáncer. Pero estaba en el apéndice, y es una de las formas más raras de cáncer’”, explicó.
Le habían extirpado el apéndice, pero ya era demasiado tarde. La enfermedad se había propagado a la pelvis y a los ganglios linfáticos. Ahora, el cáncer está en etapa cuatro y se considera incurable.
Butlin habló con el Daily Mail y admitió sentirse “emocionalmente agotada” y “constantemente asustada”.
“Ha sido un camino muy aterrador, para ser sincera. Obviamente, me hicieron una histerectomía completa cuando no era necesario”, afirmó.
También señaló que le quitaron los ovarios sin tener cáncer de ovario, y lo mismo ocurrió con su intestino: “Luego me quitaron el apéndice en diciembre, pero no fue sino hasta meses después que encontraron el cáncer allí”.
El 8 de abril, seis meses después de notar por primera vez el dolor abdominal, comenzó su primer ciclo de quimioterapia. Rice criticó fuertemente la actuación de los médicos, señalando que “no estaríamos en esta situación si hubieran detectado el problema antes”.
Concluyó diciendo: “Sentimos que nos han fallado enormemente”.