La Policía Sigue Comprando Robots, Pero No Sabe Qué Hacer con Ellos
Los departamentos de policía en EE.UU. continúan invirtiendo en tecnología robótica, pero muchos tienen dificultades para encontrar usos prácticos para estas máquinas. Aunque los robots han sido promocionados como herramientas para desactivar bombas, hacer vigilancia e incluso reducir conflictos, muchas agencias de aplicación de la ley terminan con equipos costosos que apenas utilizan.
Una Inversión Creciente en Robótica
En los últimos años, los departamentos de policía han aumentado sus gastos en robots, incluidos “perros robot” cuadrúpedos, vehículos terrestres no tripulados y drones. Los fabricantes presentan estos dispositivos como herramientas revolucionarias que pueden mejorar la seguridad pública y reducir los riesgos para los oficiales.
Por ejemplo, el Digidog de la policía de Nueva York (NYPD), fabricado por Boston Dynamics y valorado en $74,000, se introdujo inicialmente para operaciones de vigilancia y tácticas policiales. Sin embargo, la reacción negativa del público llevó a que el departamento suspendiera su uso, solo para reintroducirlo más tarde con la promesa de mayor transparencia.
De manera similar, otros departamentos en el país han comprado unidades robóticas sin planes claros sobre cómo usarlas. Muchos oficiales carecen de la capacitación necesaria para operar estas máquinas de manera efectiva y, en algunos casos, la tecnología simplemente no se integra bien en las estrategias policiales existentes.
Falta de Casos de Uso Claros
Uno de los principales desafíos es que muchos robots están diseñados para aplicaciones militares y no siempre se adaptan bien al trabajo policial diario. Si bien algunos han sido útiles en escuadrones antibombas y situaciones con rehenes, otros permanecen inactivos porque los oficiales rara vez enfrentan situaciones donde sean necesarios.
Por ejemplo, algunos departamentos han comprado robots capaces de abrir puertas y navegar en entornos complejos, pero estas capacidades rara vez son requeridas en la rutina policial. Como resultado, muchas unidades robóticas costosas terminan almacenadas sin uso.
Preocupaciones Públicas y Cuestiones Éticas
Otro problema es el escepticismo del público y la preocupación sobre cómo la policía podría utilizar esta tecnología. Muchos temen que estos dispositivos conduzcan a un aumento de la vigilancia, violaciones de la privacidad o incluso a la eventual militarización de los robots. Un caso controversial ocurrió en 2016 en Dallas, cuando la policía utilizó un robot para desactivar bombas como una herramienta letal, detonando explosivos para matar a un sospechoso.
Defensores de una vigilancia responsable argumentan que los departamentos deben establecer pautas claras y restricciones sobre el uso de robots. La transparencia, la participación comunitaria y la supervisión son esenciales para garantizar que estas tecnologías se usen de manera ética.
¿Cuál es el Futuro de los Robots Policiales?
A medida que la tecnología robótica avanza, las agencias de aplicación de la ley deberán encontrar formas efectivas de integrar estas máquinas en su trabajo. Algunos expertos sugieren que, en lugar de realizar compras costosas sin un plan, los departamentos de policía deberían implementar programas piloto, recopilar datos sobre usos prácticos e involucrar a la comunidad en discusiones sobre cuándo y cómo se deben desplegar estos robots.
Por ahora, aunque la policía sigue comprando robots, muchos aún no saben exactamente qué hacer con ellos.