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En un duelo entre historia, tradición y buen comer, dos tabernas madrileñas se disputan el título que solo uno puede ostentar: ser el restaurante más antiguo del mundo.
En pleno corazón de Madrid, el famoso Sobrino de Botín presume con orgullo un récord Guinness: ser el restaurante más antiguo del mundo. Fundado en 1725, lleva tres siglos sirviendo delicias de la cocina castellana con historia en cada rincón. Pero ahora, en las afueras de la ciudad, Casa Pedro lanza un desafío que podría cambiar esa narrativa.
📜 Casa Pedro: ¿Un secreto bien guardado?
Ubicada lejos del circuito turístico, Casa Pedro es una taberna familiar que asegura haber abierto sus puertas en 1702, sobrevivido a la Guerra de Sucesión Española, la invasión napoleónica, e incluso a la Guerra Civil. De ser cierto, sería 23 años más antigua que Botín.
“Es muy frustrante decir: ‘sí, existimos desde 1702’, pero no poder demostrarlo con papeles,” explica Irene Guiñales, gerente y octava generación al frente de Casa Pedro. Por eso, su familia ha contratado a un historiador y ya ha encontrado documentos oficiales que datan el negocio al menos desde 1750.
🍷 Tabernas con alma e historia
Ambos restaurantes comparten más de lo que los divide. Son negocios familiares, sirven recetas tradicionales como cochinillo asado y callos, tienen techos de vigas de madera y bodegas subterráneas. Pero cada uno tiene su propio encanto.
- Botín, situado a pasos de la Plaza Mayor, ha sido visitado por leyendas como Hemingway, Truman Capote y F. Scott Fitzgerald.
- Casa Pedro, más discreto, ha recibido a Juan Carlos I y al actual rey Felipe VI.
Mientras Botín recibe cientos de turistas a diario, Casa Pedro sigue siendo un refugio local, con clientes fieles como David González y Mayte Villena, que almuerzan allí todos los viernes.
“Para nosotros no cambiaría nada si ganan el récord,” dicen.
🏆 ¿Qué dice Guinness?
El récord Guinness exige pruebas sólidas: continuidad de operación, mismo nombre, mismo lugar. Por eso, otros restaurantes aún más antiguos —como Le Procope (1686, París) o Bianyifang (1416, Pekín)— no califican.
Botín ha mantenido esos requisitos. Su cierre más largo fue por la pandemia, al igual que Casa Pedro.
Guiñales y su esposo continúan buscando evidencia que los remonte a 1702. Muchos archivos del antiguo pueblo de Fuencarral, donde se ubica Casa Pedro, fueron destruidos en la Guerra Civil. Pero ya han hallado registros de 1750 con referencias a una taberna con bodega e incluso hospedaje.
💭 ¿Una batalla perdida o un sueño?
Aunque lograr el título sería un triunfo simbólico, Guiñales reconoce que el turismo masivo que visita Botín es difícil de igualar. Pero eso no les quita la ilusión.
“Pensar que podríamos alcanzar ese público sería increíble,” dice. “Es un sueño, pero es un sueño.”
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